MaMis significa Maternidad y Migración en Movimiento, como nos explicaba Marita Orbegoso, una de sus fundadoras, hace unos días. Hemos hablado con Yazmín Ayala, responsable de comunicación de la asociación, sobre la actividad actual de MaMis, sobre sus proyectos principales, y sobre el evento que organiza conjuntamente con otras organizaciones e instituciones dedicadas a la enseñanza de español en Berlín, y que tendrá lugar el 10 de junio. Con este artículo, la revista Desbandada quiere hacer un reconocimiento explícito de todas las organizaciones y asociaciones que, como MaMis, trabaja por el tejido social de la comunidad hispanohablante en este país.
Buenos días estamos con Yazmín Ayala. Vamos a hablar de MaMis en Movimiento, de lo que está haciendo actualmente, de los proyectos en los que está involucrada la asociación y de qué tipo de asociaciones. También vamos a hablar del evento que estamos organizando conjuntamente para el 10 de junio. ¿Puedes presentarte para los que vayan a leer el artículo?
Me llamo Yazmín Ayala de Königshofer. Soy mexicana. Llevo trece años viviendo en Berlín, pero viví diez años en Viena, donde estudié la carrera de antropóloga sociocultural. En Viena me casé, mi esposo es austriaco y por motivos de su trabajo nos mudamos a Berlin. Ya en Berlín, y como muchas personas migrantes, comencé a buscar trabajo, no encontraba o solo encontraba puestos donde no me sentía cómoda porque no tenían nada que ver con mi perfil académico. Fue un tiempo de mucha desesperación y frustración, de no entender porqué nadie me daba una oportunidad, es decir, la historia de muchísimas mujeres migrantes. Después tuve que decidir, si seguía buscando el trabajo ideal, o formaba una familia. Finalmente decidí que sí quería formar un familia. Yo me quedé en casa con mi hijo y fui mamá de tiempo completo más o menos cuatro años. Yo no tenía casi amigas, pero en el momento en que quedas embarazada o tienes un bebé muchas amigas que no son mamás pues no comparten tus mismos intereses, lo cual me parece totalmente entendible, porque tú ya estás en otro mundo, tus preocupaciones son otras, los temas de conversación giran más que nada en torno a tu hijo, a la maternidad. Ahí fue donde, y por encontrar otras mujeres en mi misma situación, busqué por google “mujeres embarazadas” porque en ese entonces yo no conocía a nadie que estuviera embarazada y tampoco sabía que existía MaMis en Movimiento.
¿De qué año estás hablando?
Por ahí en el 2012 estuve yo buscando, porque estaba muy encerrada con mi hijo. Encontré algunas chicas, al principio nos juntábamos, para tomar un café, charlar o ir al parque. Después conocí en el parque a otras mamás con sus bebés, y ahí fue donde una de ellas nos habló de MaMis en Movimiento. MaMis en Movimiento apenas empezaban: se reunían para hacer talleres de iniciación musical en español. Fue entonces cuando me acerqué a la asociación y conocí a otras mamás, todas hispanohablantes. Ahí el punto de conexión son las/los niñas/os. Encuentras mujeres que simpatizan contigo y se desarrolla en muchos casos, una amistad. Sin embargo, no solamente compartir un idioma era lo que a mí me interesaba, para mí era muy importante el tema cultural, el compartir con nuestros hijas/os nuestras tradiciones y más viniendo de un país como México, donde las tradiciones están muy arraigadas en nosotros. A nosotros los mexicanos nos encanta organizar encuentros y celebrar nuestras tradiciones. La primera fiesta grande en MaMis fue la del Día de Muertos. Todas las mexicanas que estábamos dentro de la asociación estábamos muy emocionadas por mostrar y celebrar este día. También tuvimos que mezclar esta celebración tan mexicana con algunos aspectos del halloween, ya que nuestras/os niñas/os quería disfrazarse de vampiros, momias etc.
¿Cómo encaraste como antropóloga este encuentro de dos culturas, y de lenguas, porque supongo que tu hijo es bilingüe?
En realidad mi hijo es trilingüe. Como antropóloga yo creo que, al menos personalmente, nunca fue mi de punto de análisis o reflexión. En realidad, encarar este encuentro de dos culturas fue partiendo de mi mexicanidad, las tradiciones con las que yo crecí y mi nuevo rol como mamá, quería que mi hijo, de una forma u otra, las tuviera siempre presentes. Mi hijo era pequeñito, sin embargo, se iba dando cuenta de cosas que suceden en su casa y que no suceden, por ejemplo en la casa de sus amigos alemanes: poner el altar de muertos, hacer el pan de muerto…, o cosas que nunca antes había hecho, como por ejemplo, hacer el pan de muerto en casa, en México tú vas y compras las cosas, pero nadie se pone a hacer en su casa pan de muerto, tampoco te pondrías a cortar papel picado, en México lo puedes comprar en cualquier lugar. De México yo me traía algunos cuadritos de papel picado y los trataba con mucho cuidado para poder volver a usarlos al siguiente año. Aquí en Berlín tampoco podíamos conseguir las flores con las que adornamos el altar (flor de cempasúchil). Así que entre todas las mamás que participaban en la asociación, compramos papel y nos pusimos a hacer, de verdad, como locas, flores de papel, Después llegamos todas con bolsas llenas de flores, y pusimos el altar… A través de la asociación pudimos tener acceso a un espacio donde podemos poner nuestro altar y celebrar, porque ¿quién podía meter en su casa a tanta gente?. En ese tiempo MaMis estaba en el Spielmittel en Prenzlauer Berg, ellos nos prestaron la sala de seminarios donde se hizo la fiesta, incluso llegó muchísima gente. Fue muy bonito para los peques presentarles la ofrenda. Hicimos una entrada triunfal: yo me vestí de Catrina junto con otra amiga. Fue una experiencia muy linda, pero fue a través de MaMis que tuvimos acceso a ese espacio donde podíamos interactuar y compartir. Ahí fue cuando entré formalmente a MaMis en Movimiento.
¿Entraste como mamá en la organización?
Primero como mamá-socia. Tiempo después y por primera vez, MaMis obtuvo financiamiento para un proyecto de reinserción laboral de mujeres migrantes, y para mí fue como woow, ¡yo quiero participar! Yo quería encontrar trabajo. El proyecto nos ayudó mucho a las que participamos. Aprendimos, desde cómo formular bien nuestro currículum vitae -porque aquí en Alemania es un formato un tanto diferente al de México- hasta temas relacionados con las diferencias culturales o el cómo fortalecer nuestra autoconfianza.
¿Cómo fue tu historia con el alemán?
Primero llegué a vivir a Viena, no sabía nada de alemán y yo quería estudiar en la Universidad. Pero para poder estudiar en la Universidad de Viena, primero tenías que aprobar el examen que ellos aplicaban. Las universidades de Viena tienen un centro de lenguas, y el examen se realiza en este lugar. En este centro de lenguas, Vorstudienlehrgang, aprendí alemán, así como revalidé las materias de historia y geografía de Austria, esto me tomó un año. Las maestras se sorprendían de que los estudiantes latinoamericanos conociéramos muchísimo de la historia europea. En México no sabemos casi nada sobre la historia de otros países de Latinoamérica, pero si aprendemos capítulos enteros de historia europea. Después de aprobar mis exámenes para entrar a la Uni-Wien me topé con otro gran obstáculo: el idioma alemán académico y los acentos diferentes del alemán en Austria. Fue un proceso de mucho trabajo, ¡Creo que en mi vida había estudiado tanto!
Tu proceso con el alemán, ¿cómo influye en la relación, en tu familia, entre el español y el alemán? ¿Qué reglas tiene la familia con los idiomas?
Yo desde que supe que iba a tener un bebé, estaba convencida de que tenía que dominar mejor el alemán, ya que el alemán, como el español, forman parte de mi familia. Yo no quiero ser de esas señoras que van a la kita y dejan a su hijo y no entienden nada de lo que pasa ahí o de cuando te habla la maestra y no sabes qué te está diciendo. Yo quiero entender todo, yo quería participar en las actividades de la escuela, interactuar con otras familias. En ese entonces, mi Hebamme [=matrona] era una señora peruana. Ella me dijo que cerca de mi casa había una escuela bilingüe alemán-inglés y que era muy buena. Fui a conocer la escuela y me encantó. Entonces se me metió en la cabeza, “yo quiero que mi hijo vaya a esa escuela”, al final lo inscribí ahí y me aceptaron. Rafael entró a la kita como a los cuatro años y medio, ahora está cursando su último año de primaria. Rafael es trilingüe, habla alemán, español e inglés, además de entender perfectamente el dialecto de su papá, de los abuelos y los tíos de la Baja Austria.
El papá de tu hijo también habla español.
Sí, habla español. Lo que pasa es que en alemán él habla mucho, y quiere hacer lo mismo en español pero a veces le faltan las palabras y al final terminamos hablando en alemán. En la casa no hablamos inglés, con Rafael hablo en español, su papá en alemán pero todo lo relacionado con lo que se ve por televisión, digamos, películas, series, etc., todo eso es en inglés. Esa es la constelación en esta familia.
Rafael sí te habla en español.
Sí, pero, mezcla mucho, yo siempre le hablo en español. Hubo un momento en que yo le decía “háblame en español”, él cambiaba y a los tres segundos me volvía a hablar en alemán, pero ahora, cuando estamos en la calle y él no quiere que la gente se entere de lo que hablamos, cambia inmediatamente al español.
Para ti y para tu familia el multilingüismo nunca supuso un problema.
No, en realidad no. Tanto mi esposo como yo, siempre hemos visto el multilingüismo solo como una ventaja.
Tampoco supuso para ti una crisis de identidad.
No, en realidad no. Este año cumplí veintitrés años viviendo fuera de México, entre Viena y Berlín: yo salí de México con veintitrés años. Y este año me detuve a pensar lo que nunca había pensado: pero ahora, ¿qué soy? Obviamente soy mexicana, pero ya llevo veintitrés años fuera, exactamente la mitad de mi vida, y no puede ser que solo soy mexicana. Ya hay algo ahí que no sé cómo definirlo. Llevo muchos años en este continente, Estoy viviendo aquí, estoy conviviendo, estoy interactuando, pero tampoco puedo decir que soy o me siento austríaca y muchas menos alemana. Aun así con todo esto, no considero que me represente una verdadera crisis de identidad.
Marita Orbegoso hablaba en su entrevista justamente de que en MaMis el nivel de formación académico es bastante alto en general. ¿Crees que eso influye para que tanto una mujer como una familia se adapten a esta situación?
Puede ser que sí, porque si has tenido oportunidades, digamos privilegios desde tu país de origen, por ejemplo el tener acceso a una educación universitaria, haber tenido la oportunidad de estudiar en el extranjero, aprender otro idioma o viajar, obviamente esto amplía tu mentalidad y te va enriqueciendo con experiencias. Y que si lo comparamos con mujeres o familias que no han podido acceder a este tipo de privilegios, puede que resulte más difícil adaptarse a un nuevo entorno. Aunque también yo lo podría relacionar con un tema que de personalidad. Yo creo que además de una formación académica, no podemos pasar por alto el punto de que muchas de las mujeres, al menos en MaMis, están casadas o son pareja de un/a alemán/a. Esto considero, ayuda muchísimo a poder acceder a esta sociedad de una forma diferente, es como si te abrieran una de la muchas puertas que tienes que abrir. Te abrieron ya una puerta que para muchos primero hasta tienen que buscarla, y luego tocar, en cambio para muchas está ya la puerta y está abierta.
¿Qué otros rasgos comunes tienen las integrantes de MaMis en movimiento? ¿Son todas latinas? ¿Todas hispanohablantes?
Hay españolas también.
¿Hay algún rasgo como el servicio a la comunidad? ¿Algún rasgo ideológico que las una?
Si, nos une el interés por el multilingüismo, y el apoyo a la comunidad es algo que sí compartimos, porque si no, no estaríamos aquí, ¿sabes? La convivencia, y crecer en comunidad. Yo creo que muchas veces también tiene que ver con que en nuestros países el tema de la familia es muy importante. En MaMis lo encuentras, tus amigos se vuelven en muchos casos tu familia. Una de mis mejores amigas es una española, por ejemplo. Eso es lo que nos une, esta manera de querer estar en comunidad.

¿El idioma las une, o las separa?
¡Nos une! Al principio, imagínate, llegas, no sabes alemán, tienes a los amigos de tu esposo pero muchas veces tu alemán no te „alcanza“ para comunicarte con ellos de la forma que te gustaría, y obviamente necesitas un poco de „paz emocional“, como le llamo yo: En esos momento que me encuentro con mis amigas hispanohablantes, nos reímos muchísimo, nos relajamos, convivimos… Es otra forma, simplemente eres tú.
Lo digo por el tema de las variedades del español, no es un problema.
No, al contrario, siempre lo hemos visto como algo simpático. A veces mi amiga, que es de las Islas Canarias, me pregunta, o yo a ella, por el significado de palabras o frases que utilizamos. Ahora digo cosas que antes yo no decía, y a ella le sucede lo mismo. Su hijo, por ejemplo, cuando era chiquito decía que era mexicano porque al niño le encantó México, las quesadillas sobre todo, era tan chistoso.
En la entrevista con Laura Gutiérrez, de la Familia Fettuccini, planteaba lo contrario, familias que se preocupaban porque sus hijos no hablan con su propia variante. Hablando con las educadoras con un grupo que se llama REDES, no sé si las conoces, me contaban lo mismo de una familia argentina, el hijo habla español de España porque en la kita la educadora es española.
No, de verdad, desde mi experiencia en MaMis, nunca he escuchado esto, para nada, ¡al contrario!. Estamos felices que nuestros hijos hablen español, en lo personal que lo hable como quiera, pero que hable que seguramente nos entenderemos. En mi opinión cada variante es hermosa en su tipo.
¿Cómo se organiza MaMis actualmente? ¿Hay un consejo directivo? ¿Cómo funciona?
Somos una Eingetragener Verein (e.V.), o sea, una asociación civil sin fines de lucro, obviamente. MaMis e.V esta conformada por un Vorstand [=junta directiva], seguido de una gerencia general, las coordinadoras de proyectos, y el puesto de comunicación (Öffentlichkeitsarbeit). También hay otras empleadas de MaMis que apoyan a las coordinadoras de proyectos, especialmente en el tema de las finanzas. Y después vienen lo que son las/los coordinadoras/es locales, las cuales son madres o padres de familia que nos apoyan de manera voluntaria. También tenemos colaboraciones muy valiosas con expertas en diferentes temas, por ejemplo con Ana María Acevedo de Logopedia y Bilingüismo. Dentro de la asociación contamos con el apoyo de las Bundesfreiwilligedienst, que son voluntarias, pero que cuentan con cierto apoyo financiero por parte del estado, además de la cobertura de su seguro médico. A cambio la voluntaria tiene que trabajar 20 horas a la semana para la asociación. Entonces, para muchas mujeres resulta muy interesante. Este programa da la oportunidad de entrar a una asociación, conocer su funcionamiento, conocer gente nueva o hacer redes.

¿Cuáles son los proyectos estrella en este momento?
Los proyectos estrella ahora son tres y reciben su nombre dependiendo del distrito en Berlín donde se encuentran. El proyecto Buch Karow in Bewegung–BuKa-, el proyecto en Treptow Köpenick; y el proyecto en Marzahn-Hellersdorf. En estos tres proyectos se trabaja muy de la mano con las bibliotecas públicas del distrito y en el caso de BuKa tambien con una escuela, apoyando a los chicos de las Willkommenklassen (Clases de Bienvenida) por medio de un grupo de trabajo llamado Vielfalt und Respekt [=Diversidad y Respeto]. Andrea Duncan es la coordinadora de los proyectos en Treptow-Köpernick y en Marzahn-Hellersdorf, en ambos proyectos el focus es el fomento al multilingüismo y a la apertura intercultural. Alexandra Torres es la coordinadora en los distritos de Buch y Karow: En este proyecto también se trabaja en torno a temas relacionados con el multilingüismo y la apertura intercultural, además de promover y fomentar la participación activa de las mujeres migrantes con experiencia de refugio, en especial con mujeres provenientes de Siria, Irán, Afganistán, el este de Europa entre otros, las mujeres con experiencia de refugio necesitan otro tipo de apoyo: necesitan apoyo psicológico, apoyo en el aprendizaje del idioma alemán. Una parte del proyecto utiliza el arte como herramienta para llegar a ellas.
¿Con una función terapéutica?
Sí. Alexandra organiza además actividades con las mujeres del refugio, una de estas actividades son las salidas del refugio porque muchas veces estas mujeres no quieren salir, o les da miedo por no saber alemán. A través de MaMis ellas han conocido varias asociaciones de atención a la /el migrante y que cuentan con asesorías de diferente tipo en su idioma: en árabe, en farsi, en turco… Muchas veces tampoco se atreven a ir solas, pero cuando van en grupo, la dinámica es totalmente diferente. También MaMis organiza eventos de tipo familiar para fomentar la convivencia y el intercambio entre, como Alexandra los llama, los alte Bewohner y los neue Bewohner [=viejos habitantes, nuevos habitantes]. MaMis in Buch y Karow es prácticamente la única asociación de migrantes activa en la zona.
¿Y en Marzahn?
En Marzahn el focus es la interkulturelle Öffnung [=apertura intercultural]. Nuestra iniciativa es laElternecke, [el rincón de las madres y padres de familia] es un concepto muy lindo que trabajamos con las bibliotecas del distrito y en las Kitas. Consiste en dar visibilidad a las familias migrantes porque muchas veces los Erzieher [=educadores] no saben cómo llegar a estas familias. La Elternecke consiste en colocar un espacio físico, una Ecke [=esquina], donde las familias pueden, por ejemplo, llevar libros en su idioma, organizar un cuentacuentos. Existe también un calendario donde se pueden comunicar fechas culturales importantes, de esta forma los Erzieher tienen acceso a esta información, la cual puede servir como input para tematizar con las/los demás niñas/os y realizar diferentes actividades en el salón de clases. Además que dentro del concepto de la Elternecke se organizan eventos de interés para la comunidad, como por ejemplo talleres sobre racismo y discriminación. Este concepto también es implementado en nuestro proyecto en Buch und Karow in Bewegung (BuKa).
MaMis hace de mediadora.
Sí, mediadora intercultural. Es en lo que nos estamos enfocando más. Obviamente el multilingüismo será siempre la base de la asociación, pero MaMis no solo es los cursos para niños en español, también de hace unos años para acá se está trabajando activamente con otras comunidades.

Es lo que estoy escuchando, la comunidad hispanohablante ha sido un poco superada. No lo necesita tanto ya.
Al final nos necesitamos todos. O sea, si yo tengo una idea, y yo veo que, no sé, la comunidad, digamos, vietnamita, está viendo que existe una oferta o concepto interesante en la comunidad hispanohablante, ¿por qué no implementarlo en su idioma? Al final nos beneficiamos todos. Y lo mismo pasa del otro lado: la comunidad rumana está haciendo tal cosa, ¿por qué no lo hacemos también? Entonces, yo creo que ahí nos beneficiemos todos.
¿Cuánta gente hay en el entorno de MaMis ahora mismo?
Somos ocho personas en la parte directiva y de coordinación de proyectos, es decir, la parte que administra MaMis, y como 60 personas entre coordinadoras locales, voluntarios en los proyectos y colaboradores.
Uno de los temas de la jornada de la que hablaremos luego, es el reconocimiento necesario de las asociaciones y del trabajo voluntario que están haciendo.
La Junta Directiva de MaMis está compuesta por tres personas: Sofía Sanchez Calvo (Presidenta), Bianca Monroy (Tesorera) y Stefanía Zamora (Secretaria) este es un un trabajo completamente voluntario. Para lograr todo lo que MaMis ha logrado como asociación, ha requerido de muchísimo trabajo voluntario y lo hacemos porque queremos mucho a la asociación, nos ha dado mucho.

¿Qué es lo que más te satisface de tu trabajo en MaMis?
Definitivamente el trabajar con mujeres. Me satisface muchísimo ver cómo a MaMis cada vez se le reconoce más como una asociación de mujeres preparadas, empoderadas, y que participan activamente en la sociedad alemana. Esto es muy gratificante.
Como asociación, ¿cuál sería el mayor aporte a la sociedad alemana?
Yo creo que la gran aportación que ofrecemos es el trabajo en temas apertura interculturalidad y donde para nosotras el multilingüismo queda implícito: no queremos ser percibidas como un grupo cerrado, o como un un gueto. Queremos participar, tenemos el derecho a participar, y estamos siendo activas, no estamos esperando a que nos digan “a ver qué quieren hacer”, sino que nosotras decimos “queremos esto y vamos por eso”.
¿Funciona como modelo para otras asociaciones, para otras iniciativas de mujeres?
Yo creo que sí, porque recibimos muchos mensajes, nos escriben mucho que quieren platicar con nosotras, de cómo lo hacemos… Obviamente estamos abiertas al intercambio.
A mí personalmente, desde fuera, lo que me parece que aporta es que la sociedad berlinesa está muy desestructurada, si no fuera justamente gracias a estas asociaciones. A causa de factores históricos y esta continua movilidad de gente que hay en la ciudad, con perfiles tan diferentes últimamente. Todo eso hace una sociedad muy desestructurada. MaMis ayuda a estructurar la sociedad berlinesa, y a darle de manera activa su carácter multilingüístico y multicultural.
Esta sociedad está en constante formación, es tan nuevo todo que ni ellos mismos saben cómo darle forma. Desde nuestra asociación proponemos una forma de entender y fomentar la apertura intercultural.
El Estado delega mucho.
Pues de cierta forma me parece que sí.
Crea un espacio de participación, y además lo mantiene y lo sufraga económicamente.
Si porque ven los grandes aportes en beneficio de todos y el grado de profesionalidad y compromiso de las asociaciones.
Reservan una parte de los recursos para este tipo de temas.
Si Porque es necesario. Se están dando cuenta de que llega muchísimo migrante que no es precisamente el Gastarbeiter [eufemismo para trabajador emigrante, literalmente “trabajador invitado”], sino que es otro tipo de migrantes también, y tienen se tiene que aprovechar estos recursos humanos.
¿Cuál es la relación de MaMis con las instituciones, con lo institucional?
Con lo institucional es… jain [afirmación y negación al mismo tiempo], porque claro, ahora con los nuevos gobiernos también se recortan los fondos para este tipo de asociaciones. Cada año o cada dos años se tiene que estar viendo de dónde se pueden sacar fondos para financiar proyectos. Eso es súper desgastante. Te otorgan un financiamiento, pero después te exigen demasiado, te piden las perlas de la Virgen. Y no es solo con MaMis. Nos reunimos en grupos de trabajo con otras asociaciones civiles de mujeres con proyectos en Pankow, y para la mayoría es la misma situación, muchas están muy enojadas, así nos lo expresó una de ellas en una reunión pasada: “Tengo una estructura que tengo que mantener pero el dinero no me llega, ¿cómo le hago aquí?”
¿Cómo ves el futuro? ¿Hacia dónde va MaMis?
Espero que nos consolidemos aún más como asociación, que podamos crecer más, llegar a más comunidades, implementar nuestras ideas, que son buenas, que ayudan a esta participación activa del migrante, en especial de la mujer migrante. Enfocarnos más en el tema de la apertura intercultural, obviamente de la mano del multilingüismo porque es la base de nuestra asociación, pero yo creo que es a la apertura intercultural y a todo lo que implica, a lo que debemos darle más foco, más espacio.
Para terminar, me gustaría preguntarte por la jornada que estamos organizando el 10 de junio. ¿Cuál es el aporte de MaMis?
Vamos a estar en las dos partes del programa. En la mañana va a estar Bianca Monroy, que es parte de la junta directiva de MaMis. Ella va a hablar precisamente de la importancia de las asociaciones de migrantes y sobre todo del trabajo de la asociación en la promoción y refuerzo de la lengua de herencia dentro de la comunidad hispanohablante en Berlín. En la tarde Andrea Duncan la coordinadora del proyecto de Treptow-Köpenick, nos va a hablar sobre lo que hace MaMis en el tema del multilingüismo y nuestra oferta a las familias.
Pues muchas gracias, Yazmín, por esta conversación, y le deseo todo el éxito en sus proyectos. Nos vemos entonces en junio en la jornada en torno a la reforma educativa en Berlín y la enseñanza de español en las escuelas.
Muchas gracias a ustedes.
© de todas las imágenes: ©MaMis en movimiento e.V.
Encontrar una comunidad es muy importante, sobre todo grupos con valores modernos, que encuentren normal la migración. Quienes no vivimos del modo en el que el sistema patriarcal esperaría, tenemos que estar más unidxs, mostrarnos poderosxs y proyectar una imagen de fuerza, pero para ello debemos dejar atrás el individualismo exacerbado que ha marcado los últimos años. Debemos organizarnos mejor, al menos de un modo tan eficaz como aquel de la gente que se encuentra todos los fines de semana en sus diferentes templos. En torno a una nueva religión no dogmática, atea/agnóstica (o por lo menos no teísta), feminista, antirracista, ecologista y aliada de LGBTIQ+ lo estaríamos, y podríamos conseguir que se estableciesen comunidades de mujeres, hombres y personas de géneros no binarios en muchos lugares, autogestionadas y con fuertes relaciones de cuidados entre sus integrantes. En el blog infinito5.home.blog escribo sobre ella.
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