Si se diera el caso que algún lector me enviara una correspondencia diciéndome «Sr. Roberto Arlt, usted debería escribir alguna aguafuerte berlinesa o teutona», mi respuesta saltaría como un resorte nuevo y reluciente: «Estimado lector, tengo un diamante de quilates astronómicos; El capitán de Köpenick no tiene desperdicio». Cumpliendo mi labor de cronista para el […]
Leer más