Nicol Rivera: El cuerpo es la primera interfaz

Un texto de Valeska Navea Castro.

Nicol Rivera Aro (Osorno, 1990) es performer, actriz e investigadora chilena. Es actriz con especialidad en dramaturgia, titulada de la Universidad de Valparaíso (2015). Actualmente candidata a doctora en Filología en el Centro de Investigación Iberoamericana de Leipzig, dentro del Instituto de Romanística en la Universidad Leipzig. Radicada en Berlín, donde desarrolla su trabajo como artista independiente e investigadora, enfocándose en la relación cuerpo e interfaces tecnológicas, profundizando en el discurso de género y el post porno con electrónica DIY. Ha realizado performances colectivas en Chile, Berlín y Polonia.

Nicol Rivera

Es dramaturga de la compañía Tinta Negra (Valparaíso, Chile). En la línea académica, se ha desempeñado como profesora ayudante en las materias de Movimiento V, Historia del teatro chileno y Dramaturgia en la escuela de teatro de la Universidad de Valparaíso (2016-2018). También ha presentado ponencias en el VI Congreso Internacional de Dramaturgia Hispano-americana Actual (Concepción, Chile 2015), en el Foro Internacional Metabody, Interface Chile (Santiago de Chile, 2015), y en el XVIII. Día de la Investigación: “América Latina / Península Ibérica” (Alemania, 2020). 

Nicol Rivera, Naive Porn

¿Cómo se expone la relación de ser investigadora y artista chilena en la academia alemana? ¿Influye en la obra?

Actualmente la investigación, en su sentido más estricto, es un camino que he descubierto de manera paralela a mi estancia en Alemania. Si bien en el pasado desarrollé un proceso de investigación para obtener el grado de licenciada en Actuación, continúe por un camino de escritura dramatúrgica y libre, el cual se vio afectado por un lenguaje académico. Sin embargo, realicé un par de ponencias en congresos y escribí un par de artículos que nunca se publicaron. Creo que esta relación de ser investigadora en Alemania se expresa en la concreción de una carrera académica mediante la realización de un doctorado en la Universidad de Leipzig, y paralelo a la profesionalización de esta.

Creo firmemente que cualquier proceso que realice un artista, de la índole que sea,  influye en la obra. Sin embargo, mi proceso académico es un condicionante sumamente modificador de mi obra, puesto que en este minuto mi investigación tiene un carácter teórico-práctico, donde el corpus está compuesto por obras ya hechas y futuras colaboraciones con amigxs artistas con intereses políticos afines. Y en este sentido, el hecho de ser artista chilena, mujer, antifascista y transfeminista, que vive el proceso social y el cambio chileno desde el extranjero, cuyo contexto es totalmente dispar al de la realidad chilena, donde sí existen derechos para los trabajadores y una seguridad social para los habitantes, me pone en crisis constantemente. Y esta crisis, potenciada por mi historia, por la realidad del país de donde vengo en contraste al país en donde estoy viviendo, los privilegios a los que tengo acceso, el poder realizar un doctorado con un arancel bajísimo, trabajar poco y poder vivir bien, son características que modifican constantemente mi pensamiento como persona, artista y académica. 

Nicol Rivera, Noise from The Matrix

¿Cómo fue tu encuentro con la metaformance, el techno y el postporno?

La Metaformance la conocí el año 2015 mientras realizaba mi tesis de pregrado titulada “Hacia una escena cyborg-punk. La reconfiguración del cuerpo y rol del actor a través de las tecnologías DIY”, el cual buscaba observar la relación que existía entre actores y los aparatos electrónicos dentro de la puesta en escena. Como el eje central era cuerpo e interfaces tecnológicas, hubo que investigar las nuevas manifestaciones que trabajaran con nuevos medios y tecnología. Aquí apareció la investigación de Claudia Giannetti, quien en 1998 publicó un artículo donde hablaba sobre lo que podría ser una metaformance, la cual está vinculada a esta relación con la virtualidad donde los factores que componen una performance se ven modificados por la tecnología. Posteriormente, complementé este concepto con la visión de Jaime del Val, quien toma el concepto de Giannetti, pero trabaja la metaformance como una forma de recuperar aquello que se pierde en la performance, por ejemplo, esos movimientos que escapan a la vista, lo cual ejemplifica con su metaformance “Microdanzas”.

En este mismo proceso de tesis, como era una investigación teórico-práctica, el objeto de estudio era una performance donde junto a mis colegas probamos posibilidades de interacción con los aparatos que habíamos creado, los cuales eran: un drawdio, un oscilador de pulso y múltiples micrófonos de contacto. Este fue el primer encuentro de manera práctica con el mundo de la tecnología, específicamente de la electrónica, para lo cual tuve clases en una asignatura que realizaba Esteban Agosin en la escuela de música de la Universidad de Valparaíso. Creo que con el pasar del tiempo, me he dado cuenta de que si bien me gusta no soy muy prolija creando, pero me he encontrado con artistas que sí, como es el caso de Corazón de Robota, quien ha sido muy abierta a la hora de compartir su conocimiento.

Después de terminar mi proceso de tesis, comencé a experimentar de manera individual en la performance con sonido, haciendo videos experimentales en mi casa o sesiones íntimas con mi conviviente en ese entonces, Sebastian Tapia, quien también fue la primera persona que me presentó el mundo del noise. Toda esta nueva experiencia individual fue impulsada por las herramientas que ya tenía desde antes, con lo cual fui profundizando cada vez más en una acción que consistía en masturbarse con un micrófono de contacto. Cada vez que hacía una presentación en público, ya sea en Valparaíso o Concepción, en algún momento me masturbaba con el micrófono y me detenía en el sonido. Este fue mi primer cruce, muy ingenuo e inocente, con el mundo del post porno, puesto que yo solo realizaba la acción sin saber que estaba accionando de manera post pornográfica. Recuerdo que tras una performance para una fiesta de música electrónica en Valparaíso, una colega del performance porteño me preguntó: ¿Y tú desde cuando haces post porno? Esa fue la primera vez donde pensé que mi experiencia se podía ir a otro lado, a un lugar desde donde podía trabajar mi manera de entender el género, la sexualidad y el placer.

Nicol Rivera, Naive Porn

Tu obra explora, entre otras cosas, la (de)construcción de los cuerpos desde una nueva definición de sexualidad y género. ¿Cómo ves la transformación de los cuerpos en un contexto de migración y disidencia sexual?

Los cuerpos siempre responden a un contexto inmediato. El cuerpo es la primera interfaz con la cual nos enfrentamos al mundo, desde donde entregamos y recibimos información para modificar nuestros núcleos más cercanos. Sin embargo, creo necesario en este punto identificar el contexto de migración como una categoría macro y lo que refiere a la disidencia sexual como micro. Esto, pues, porque la disidencia responde a una subjetividad, a una concepción íntima desde donde abordamos la problemática del género, la cual parte en nuestros cuerpos y en nuestro pensamiento, y la cual nos hace identificarnos de manera diferente a las ideas binarias de género, raza y sexo. Lo interesante está en cómo yo, cis mujer con una orientación sexual variada y migrante, me relaciono y me muevo en este nuevo entorno.

Si bien Berlín es una ciudad cosmopolita donde conviven diferentes culturas y en las calles y espacios públicos escuchas todos los idiomas, no deja de ser una ciudad constituida por una visión normativa occidental patriarcal. Sin embargo, es un espacio muy libre y abierto, donde aquellos que nos sentimos diferentes podemos ser. Puedo moverme sola de un lugar a otro sin miedo. Puedo irme de fiesta un fin de semana entero sin sentirme juzgada. Todos estos factores socio-geográficos modifican y condicionan a todos los cuerpos que conviven en esta ciudad. Mi cuerpo se siente libre y eso se refleja en lo que creo. No digo que cuando vivía en Valparaíso no lo era, por el contrario, me movía como dueña del puerto pero siempre tenía que estar alerta. Cosas como esta, en una ciudad como Berlín, generalmente no son necesarias. Creo que todavía no he dejado del todo de lado esa sensación pero he ido aprendiendo a relajarme.

Creo también que el factor lingüístico modifica la corporalidad, el cuerpo cambia según la lengua que habla, en la medida que se sienta más o menos libre en lo que se dice y se piensa. Comenzar a hablar alemán y hablarlo mal, ya que es un idioma complicado el cual recién después de 5 años –especulando- hablando te puedes llegar a sentir cómodo. Llevo dos años acá, hablo alemán, entiendo y me comunico pero desde un lugar vulnerable, puesto que es débil. Este problema con el lenguaje también modifica la corporalidad individual y colectiva, puesto que el idioma es el punto de entrada a la sociedad y si no lo hablas o no lo intentas te comienzas a auto segregar. Esto me parece urgente combatir, todo aquel que quiere mostrar su trabajo, llegar con su discurso, con su diferencia a esta sociedad tan diferente a la de nosotres, quiltres latinomericanes, es necesario camuflarse mediante el lenguaje y por consiguiente el cuerpo, en esta selva de gente blanca civilizada.

Noise from the matrix/ metamorfance colaborativa/ PAF Berlin 2021

¿Ha habido alguna diferencia en la recepción de estos temas entre Alemania/Europa y Chile? ¿Por qué?

La gente en Alemania se ha acercado con mucho interés a mi trabajo, lo que para mi ha sido una gran sorpresa. En el marco del Performing Arts Festival (PAF), por ejemplo, me invitaron a un conversatorio junto a un grupo de actores que estaban trabajando en torno a Noise from the Matrix, desarrollando un análisis muy bien elaborado sobre los diferentes conceptos que se vislumbran en el trabajo, como el cuerpo político y los límites de lo erótico y lo pornográfico, como también los cruces tecnológicos por los que transita la obra.

El público en Chile, por lo menos en el que me muevo y por donde tejo mis relaciones, tenemos todes puntos de vista similares, disidentes y activistas, entre todes nos apoyamos, compartimos, vemos y disfrutamos de nuestros trabajos. El problema era -y es- que somos personas que vienen del mundo del arte: siempre era la comunidad de artistas la que se observaba entre sí. En cambio en Alemania existe un interés del ciudadano común en ver arte. Existe una audiencia muy diversa que está formada por “gente normal” y ese es, a mi parecer, el público ideal.

El arte tiene que ser visto por todos, no solo por el gremio. Esa es una diferencia crucial. Quizás otra diferencia que puedo encontrar en la recepción es que aquí la gente lo recibe con mucha más sorpresa e interés; no digo que el público en Chile no lo reciba con interés, pero generalmente el público son amigos del medio, que están bastante más acostumbrados a observar este tipo de obras.

¿Cuál es tu trabajo actual?

Actualmente trabajo en mi tesis doctoral la cual, al igual que la primera, es teórico-práctica, por lo tanto estoy constantemente investigando y creando pequeñas obras individuales y colaborativas, que aborden el post-porno y el noise, juntos o separados. Estas obras forman parte del corpus de mi investigación. Ejemplo de esta experimentación es la trilogía Micropolíticas Culinarias, que reúne a Sexcena, Apfeldessert y Privater Salat, tres metaformances en torno al placer culinario en confinamiento y a las políticas eróticas en la manipulación de alimentos. La última, Privater Salat, la cual realicé junto al artista Juvenal Barria, está participando dentro de la curatoría “Reparaciones Circulares” en Valparaíso

Nicol Rivera, Privater Salat

Por otra parte, Noise from the Matrix, la cual es una propuesta de metaformance sonora que utiliza específicamente un micrófono/piezo eléctrico. La acción pretende generar una protesta digital mediante la acción de la masturbación femenina y así alzar la voz de nuestro territorio en disputa: un cuerpo disidente que grita por el derecho al placer y también por el aborto libre, seguro y gratuito ¡ahora!

A finales de mayo tuve la oportunidad de estar con este trabajo en el Performing Arts Festival Berlin 2021, dentro del cual tuve dos funciones. La primera, el 27.05 fue una experiencia colaborativa con otras mujeres, colegas y corporalidades no binarias de Chile, Argentina y Berlín. Mediante esta generamos una dramaturgia de acciones que enunciaban de manera sutil la masturbación y deformación de la corporalidad y el placer mediante la interacción erótica con el micrófono de contacto. No obstante, luego de la publicación de esta acción en Facebook y Vimeo, fue eliminada por ser considerada una pieza que incentivaba la sexualidad y explicitaba el sexo en la red, situación que consideré absurda, que aunque se podía esperar de Facebook, no era el caso de una plataforma como Vimeo.

La segunda acción el 28.05, fue el concierto sonoro en solitario en el que venía trabajando desde el año pasado, para el cual utilizaba los micrófonos y una loopera de guitarra. Sin embargo, para esta acción en PAF utilicé un Kaos Pad, el cual me permitió abrir un mundo de posibilidades sonoras gracias a los múltiples efectos que brinda. Esta experiencia en solitario me permite generar una atmósfera sonora de noise que sostiene y apunta a generar un trance mediante el ruido de una vagina insurrecta que no quiere parir y que goza diciéndolo.

Por último, hace dos semanas realicé una experiencia expandida y colaborativa de Noise from the Matrix junto a tres cuerpas colaboradoras: Carol Rojas, Tania Volkwein y Cristobal Ruffo. Fue realizada en Insola, una plataforma flotante creada y diseñada por el estudio multidisciplinario 01000110 en la bahía de Rummelsburg. Fue una experiencia creativa con mucho amor, comprensión y contención en tiempo récord. Fue volver a enfrentarse a un escenario con una propuesta que es tan íntima. Y junto a mujeres como Tania y Carol, con sus propias historias, coordenadas y cartografías pudimos realizar una acción tan íntima como es la masturbación, sintiendo la tensión de presentar esta intimidad en el espacio público, entre performer y espectador, con una propuesta de micropolítica sexual disidente. A partir de esto, espero seguir realizando versiones de este trabajo con más mujeres y así ir abriendo espacios de reflexión, contención y sororidad entre nosotres.

Esta entrevista integra la serie CREADORAS LATINOAMERICANAS EN BERLÍN que publica Revista Desbandada.

Su primera edición se realizó en Hypermedia Magazine.

Todas las imágenes: ©Nicol Rivera

Revista Desbandada

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