Un texto de Valeska Navea Castro.
La historia ha sido ingrata con el valor de los personajes secundarios. Aunque quizás en los últimos años se ha hecho un poco de justicia, cuando las franquicias de superhéroes realizan spin-offs y nos enamoramos, por ejemplo, con la historia de Mando y Grogu en Star Wars tal como nos maravilló alguna vez la familia Skywalker. Sin estos personajes muchas veces no podría el mismo protagonista sobrevivir, transformándose en un elemento clave para el posicionamiento del actor principal. Y Sol Felpeto (1990) ayuda con su obra a reducir la brecha que existe haciéndose cargo de esta deuda histórica; su serie Picatsso, comenzada hace aproximadamente cuatro años, hoy se extiende a una serie de pinturas que recrean los trabajos de Pablo Picasso, repasando también a otros artistas como Diego de Velásquez. Eso sí, con un giro trascendental: las escenas son protagonizadas por gatos.

Los protagonistas relevan a los otros personajes como meras anécdotas y es la historia del arte un lugar donde el juego y la ironía permiten colocar en el centro del retrato a los animales. “Yo creo que los animales y sobre todo los gatos tienen una gran capacidad para influir en las personas y por lo tanto cambiar destinos y rumbos, como lo hizo Minou con el gran maestro Picasso”, nos cuenta la artista. Según cuenta la historia, Picasso se encuentra en la calle a un gato el cual llama Minou, le lleva a casa, pero al ver que no tiene las condiciones económicas para mantenerlo lo deja otra vez en la calle; al par de semanas el gato vuelve al taller del artista con una salchicha en la boca para compartirla con él. De ahí se vuelven inseparables.

Lo interesante de esta historia no es la ternura, ni siquiera es importante la veracidad de esta, sino que se asocia este hecho y la relación del gato con el artista al cambio de Picasso del período azul al período rosa, momento pictórico clave para el posterior desarrollo hacia el cubismo: algo así como que el solidario animal fuese gatillante en el cambio de la visión del mundo que el pintor buscaba retratar, o que gracias a Minou tenemos cubismo.
Sol Felpeto realiza un homenaje no solo al pintor, sino a la vida misma. Y realizando reescrituras de grandes obras maestras en clave cubista, nos envuelve con las preguntas sobre el original y los límites de la representación. Y sobre la utilización de gatos, hemos visto a través de la historia la importancia que los felinos han tenido, sobre todo en su relación con lo divino. Como misteriosas criaturas, han atravesado un largo camino de disímiles relaciones con la cultura, desde una extrema veneración en la egipcia a un símbolo de mala suerte y brujería en una extraña y amorfa cultura occidental, pasando incluso por la idea de que son extraterrestres.
Pero, eso sí, siempre han estado acompañando al hombre. El arte es el espacio idóneo para hablar sobre justicia a través de la idea de otorgar importancia al compañero, a aquel fiel corcel que hoy toma lugar y se coloca bajo los focos para contar, por ejemplo, la historia de una amante, de la Princesa Margarita, de una guerra civil o incluso de los gladiadores que se juegan el honor y la supervivencia, como podríamos fantasear respecto a por qué los gatos pelean en nuestros techos por las noches.

El ejercicio que realiza la artista va, en cierto sentido, en sintonía con la obra del chileno Pablo Ferrer, Still Life, que juega con el entusiasmo de la cita a grandes referentes pictóricos, con una actualización irónica que cuestiona la pintura misma y la idea de obra maestra. Añadimos, más visiblemente en la obra de Felpeto, que al pensar el arte desde el humor se está inscribiendo el uso de la cita como una forma de reescribir la historia del arte, tanto los artistas como los personajes principales. Esta serie de obras es una invitación a divertirse con el arte, tomarse la cita con humor y traspasar la alegría del trazo a través de estas figuras. El humor, como dice la artista, es una herramienta para sobrellevar nuestra (injusta) historia, la historia moderna y contemporánea y reescribirla desde unos nuevos códigos y símbolos de representación.

Este artículo integra la serie CREADORAS LATINOAMERICANAS EN BERLÍN que publica Revista Desbandada.
Su primera edición se realizó en Hypermedia Magazine.
Imagen de portada: ©Sol Felpeto – Selección Berlín
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