Las recientes elecciones en Castilla y León dan muestra de los cambios políticos que se están operando en España. Al mismo tiempo, la reforma laboral se aprueba a duras penas y en un proceso alborotado. Son dos de los temas que afrontan en este nuevo artículo al alimón David Casarejos y Luis Miguel Fernández López, habituales colaboradores de DESBANDADA. Nos ofrecen su punto de vista combinado, uno desde el Reino Unido, otro desde Alemania, de estos temas, que afectan más a los españoles de allá, que a los de la emigración, el exilio y la diáspora, como queramos llamarnos. Quizá algún día acaben afectándonos, cuando decidamos optar por el regreso y nos interese que haya un plan de retorno en nuestra comunidad autónoma, de lo que el propio David habla. Mientras, será necesario seguir atentos a lo que pasa allá.
Castilla y León, corazón de la España vaciada
Luis Miguel Fernández López

¡Oh, tierra triste y noble, la de los altos llanos y yermos y roquedas, de campos sin arados, regatos ni arboledas; decrépitas ciudades, caminos sin mesones, y atónitos palurdos sin danzas ni canciones que aún van, abandonando el mortecino hogar, como tus largos ríos, Castilla, hacia la mar!
Antonio Machado, Campos de Castilla
Las problemáticas que ya hace más de cien años observó Antonio Machado en mi añorada tierra castellana continúan aún estando vigentes, ya que esta sigue desangrándose sin que nadie hasta el momento, y mucho menos los diferentes gobiernos del PP que se vienen sucediendo desde hace casi 35 años, haya encontrado el remedio para impedir que la región de mayor extensión de España, y de toda Europa, siga envejeciendo y perdiendo población. Los pueblos van muriendo lentamente y las ciudades convirtiéndose paulatinamente en geriátricos. Poco queda ya de la explosión de alegría y vitalidad que viví alborozado en mis años de juventud en la capital del Pisuerga. Un porcentaje muy elevado de mis compañeros de escuela, instituto y facultad han tenido que hacer las maletas ante la falta de perspectivas laborales en sus diferentes lugares de origen. Nuestras instituciones educativas muestran su buen hacer cada tres años cuando se elabora el informe PISA, quedando siempre en primera posición entre todas las Comunidades Autónomas y superando incluso a muchos países europeos. Pero lamentablemente muchos debemos vender al mejor postor, en sitios más o menos remotos, nuestros conocimientos y habilidades tan bien aprendidos y transmitidos en Castilla y León y que tanto esfuerzo e inversión han costado. Estamos formando, por tanto, trabajadores altamente cualificados gratis para otras zonas de España y otros países del mundo. La idea original de los primeros gobiernos socialistas de los años 80 era llegar a implantar un modelo con mayor justicia social mediante la igualdad de oportunidades y el favorecimiento del ascenso social de quien realmente lo mereciese mediante la educación. Sin embargo, este mecanismo de cambio social pronto se reveló como poco eficaz, porque los hijos de las clases más humildes de la sociedad castellanoleonesa que mediante su propio esfuerzo habían completado el ciclo académico, en muchas ocasiones de forma brillante, se veían abocados indefectiblemente a buscar en otras partes un trabajo digno, ante la falta de perspectivas laborales en la región, o bien a largos años de estudio para entrar a formar parte de la administración autonómica o del estado. Y es que no hay sitio para nosotros en una sociedad en la que los recursos económicos siguen estando en manos de tan solo unos pocos. La burguesía de la región hace ya mucho tiempo que decidió dedicarse a vivir de una economía rentista y no productiva y emplear los excedentes en asegurarse la hegemonía política y cultural mediante el control de los medios de comunicación regionales y locales. Por otra parte, el dominio absoluto sobre los medios de producción y sobre todo, sobre el poco capital acumulado en nuestra tierra, impiden el surgimiento y la eclosión de nuevas empresas que puedan desequilibrar el mercado cautivo que es en lo económico Castilla y León y pudiesen originar, por tanto, un crecimiento y nuevo reparto de la riqueza.

El actual presidente de la Junta de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco, cuyo único mérito en esta vida ha sido ser hijo de uno de los alcaldes franquistas de Salamanca, ni puede ni quiere, como sus antecesores en el cargo, hacer frente a la problemática aquí expuesta. Es más, los gobiernos del PP son una parte fundamental del problema. El Partido Popular ha ido tejiendo en los últimos tres decenios unas redes clientelares que le han ido asegurando la hegemonía electoral y, por tanto, política, en la región. Los «fieles», y con ellos sus familiares y amigos, siempre encuentran un hueco en la administración regional, normalmente ocupando una plaza de interino en las escalas más bajas de la función pública, o bien puestos de libre designación. Así mismo, se les facilitará, si ha lugar, un puesto de trabajo en alguna empresa «amiga“o incluso la fundación de una nueva, siendo además vitoreados en la «prensa libre“ local como «emprendedores“ que crean riqueza para la región. El problema lo tenemos los que no pensamos de forma diferente, los que no tenemos contactos entre la oligarquía regional, los que no disponemos de un capital acumulado porque somos hijos de honrados trabajadores que nos hemos labrado lo que somos y tenemos únicamente con nuestro esfuerzo. A todos nosotros nos resulta mucho más sencillo alcanzar mayores cotas de éxito, obviamente con honrosas excepciones, fuera de Castilla y León. Especialmente preocupante es el papel obstructivo de la administración regional en todo lo referente a la creación de nuevas empresas, sin importar tamaño, perspectivas o capacidad de innovación, si el nuevo empresario puede llegar a modificar el status quo existente en las relaciones económicas locales.

El nulo interés en recuperar toda esa fuerza de trabajo y talento queda reflejado en las generalidades con las que despacha la problemática de la emigración en su programa electoral el partido que gobierna Castilla y León desde el año 1987. Las medidas que propone son mucho más de apoyo para los residentes en el exterior porque en realidad aspiran a que la gente permanezca fuera de la región, pero les siga votando a distancia. Y el añorado retorno se queda en algo deseable, pero para lo que no se sugiere ninguna medida concreta porque saben perfectamente que no les conviene que volvamos, no sea que les vayamos a tomar el chiringuito al asalto con nuestro talento y nuestro amplios conocimientos y experiencia ganada a pulso durante nuestras singladuras por otros lugares y sociedades.
Una cuestión crucial para favorecer el retorno sería poder disponer de empleos de calidad que pudieran hacernos atractivo siquiera el plantearnos la idea de retornar junto a nuestras familias y amigos. El empleo de calidad siempre está unido a dos conceptos fundamentales, estabilidad y buenos salarios. Esto, que parece algo muy obvio, al parecer no lo es tanto para la derecha y la ultraderecha carpetovetónicas, que sin ningún rubor apoyan la más absoluta de las precariedades en el ámbito laboral, salvo cuando les afecta a ellos, claro. La contrarreforma laboral presentada la pasada semana en el Congreso por la ministra de trabajo Yolanda Díaz y aprobada, en un ejemplo de justicia poética, por un error durante la votación de aquellos a los que no les interesa nuestros derechos y bienestar, no es una solución al éxodo de los castellanos y leoneses y de los españoles, pero puede ser un primer paso en la dirección correcta.
Y a pesar de todo lo expuesto en este artículo, cuando el domingo hablaron las urnas nos encontramos de nuevo con la vieja Castilla no precisamente comunera, sino con aquella que es cuna de la reacción y que tan bien describiera Machado. Las tres décadas de parálisis, perdida de población, degradación de la sanidad y la educación públicas, corrupción y falta de ideas y de cualquier asomo de innovación no solo no han sido suficientes motivos para expulsar al PP del gobierno regional, sino que además a partir de ahora vamos a tener que soportar los exabruptos de la extrema derecha en el edificio de las Cortes en Villa del Prado y quizá en el seno del gobierno. El resultado electoral confirma el final del ciclo político iniciado con el 15-M. Soplan feroces vientos de populismo de extrema derecha. Espero por el bien de mis compatriotas y de toda Europa, que estos oscuros vientos remitan lo antes posible y la luz de la razón nos vuelva a iluminar lo antes posible.

La emigración atenta a la reforma laboral, y a las elecciones en Castilla y León, y esperando el cambio de actitud de los políticos
David Casarejos
La política española en las últimas semanas ha girado en torno a dos acontecimientos que han sido la aprobación de la Reforma Laboral, y las elecciones en Castilla y León el pasado 13 de febrero.
Para ir por partes, la Reforma Laboral contaba con toda la atención mediática y parecía clave para la legislatura. El cómo se ha aprobado ha sido muy «a la española», con tamayazos, errores por duplicado, suspense, gritos y alborotos y daría perfectamente para que Luis García Berlanga nos hiciera otra de sus películas. La Escopeta Nacional se grabó hace 43 años, pero algunos de sus personajes siguen muy vigentes.
La ley es la que es, logra recuperar ciertos aspectos en derechos de los trabajadores, mostrando un camino por el que se debe seguir avanzando para igualarnos a otros países del entorno europeo mirando más por los trabajadores, y a la vez haciendo de nuestro país un lugar más justo para todos, pero podría haber sido más ambiciosa y menos conformista. Los avances en temas laborales pueden servir de reclamo a la emigración expulsada de la crisis del 2009, y si bien, la recuperación de puestos de trabajo y el incremento de afiliados a la seguridad social ya son un factor que puede volver a atraer a parte de esa diáspora, el que las condiciones laborales sean mejores también servirá para que muchos de nuestros compatriotas puedan volver.
Los planes de retorno siguen siendo muy cortoplacistas y elitistas para la mayor parte de nuestra emigración y aparte de ser desconocidos a veces no son más que un plan para lograr inversión de los ahorros ganados durante el trabajo en el exterior para aquellos que pueden emprender.
Pasamos de ser la válvula de escape que permitió bajar en 1 millón los desempleados durante la crisis a convertirnos en inversores en el país del que se nos expulsó. Con la reforma laboral aprobada ahora es el momento para comenzar a aprobar el resto de las propuestas encima de la mesa. Algunas van a llegar tarde de nuevo, y a pesar del consenso generalizado por parte de todos los partidos en la necesidad de retirar el voto rogado, en las elecciones de Castilla y León yo he tenido que volver a pasar por todos los aros burocráticos para poder votar. Estas elecciones, desde mi punto de vista, son clave para comprobar si se va a seguir con políticas continuistas aceptando la falta de futuro o se acepta que el declive, el éxodo masivo de jóvenes y la falta de oportunidades tiene que parar…ahora, no dentro de otros 20 años.
La derogación de la ley del voto rogado que en 2011 planteaba lograr garantías en el voto del exterior es clave si se quiere reenganchar en la vida política a los españoles en el exterior. La falta de creatividad sumada a la imposibilidad de usar métodos electrónicos para votar, debido a la probada facilidad de cometer fraude que estos nuevos sistemas propiciarían, hacen que sea muy posible que volvamos a un modelo muy parecido al que teníamos antes del cambio legislativo. Un cambio positivo, no es ideal, pero será mejor que el sistema que sufrimos en el momento.
Otra de esas leyes que ha conseguido cierta atención mediática y que parece que va a ser tratada próximamente es la propuesta de Ley de Memoria Democrática. Esta ley tiene partes que afectan a la emigración y que podría solucionar parcialmente un problema que el Consejo General de la Ciudadanía en el Exterior (CGCEE) lleva proponiendo desde que en 2007 se aprobara la Ley de Memoria Histórica.

El problema con las dos leyes que he expuesto, tanto voto rogado como memoria democrática es que no parece que lleguen con una solución perfecta o permanente. Ambas llegan para mejorar la situación actual, pero si bien el voto rogado debido a avances técnicos y métodos perfeccionados podría ser mejorada en el futuro, la ley de memoria democrática parece que abrirá una ventana de 3 años para solicitar la nacionalidad, en vez de acabar con el problema de una vez por todas, con una adopción del mismo tratamiento que se da en Italia, Francia o Portugal del Ius Sanguinis.
Las elecciones anticipadas en Castilla y León, que son el otro protagonista de estas semanas, se han dado por un tema de estrategias políticas, no por las necesidades de la población. Las elecciones se anunciaron a pesar de la variante Ómicron y el 13 de febrero fue elegido para que la gente saliera de sus casas en los últimos coletazos de la ola más contagiosa del coronavirus, sin ningún sentido y mostrando falta de decencia política. El quitarse al señor Mañueco del medio a Ciudadanos, en la que será posiblemente la puntilla a este partido político, ha costado dinero y salud de los votantes. Pero va a costar más que eso, ya que hay una banda que ha irrumpido como lo hizo en Murcia o en Madrid en la política regional, siendo clave para el gobierno de la región con más extensión de España.
Para no dar más importancia de la que tiene este fenómeno extraño que sacude a nuestra política siguiendo las pautas marcadas por Bannon, solo decir que han elegido perfectamente a su candidato. Alguien no cualificado, sin experiencia para mandar en una comunidad de vecinos, y que representa perfectamente sus valores misóginos, homófobos, racistas, xenófobos, y demás características execrables de las que estos señores se vanaglorian.

Yo rogué y mandé mi voto con una venda en los ojos, impuesta por los mismos partidos. Los programas electorales han llegado tarde y mal. Las primeras batallas en campaña se llevaron por terrenos que no afectan a la mayoría de los castellanos y leoneses y encima de la mesa se llegaron a poner el tema de la educación en Cataluña, o el tema de las macro granjas que solo benefician a grandes corporaciones y no al medio rural. En Castilla y León hay ganadería extensiva e intensiva, y es claro que la que más aporta a la región es la extensiva y de calidad, y así lo han dicho todos los partidos siempre…hasta ahora que pueden sacar rédito político.
En estas elecciones se habló de todo menos de lo que debería importar en esta región olvidada, deprimida, y sin ideas para levantarla. Ha habido una serie de partidos, bajo la denominación de “provincia + vaciada”, que copió la estrategia de Teruel Existe para intentar tener cierta relevancia en las decisiones, pero en estas formaciones abundan los ex-militantes de otras formaciones políticas, y que más que preocuparse en si se vacían o no ciertas provincias se preocupan de como volver a llenar sus bolsillos con la política, de nuevo. La creación de estos partidos es necesaria si se hace con aquellos líderes vecinales y comarcales con un recorrido en la lucha contra la despoblación, y no con urbanitas que posan con su Burberry, Rolex, Barbour o sus Panama Jack junto a una vaca, o “vendimiando” en enero.
Estas elecciones han servido de banco de pruebas para esta estrategia de partidos localistas y uniprovinciales, y también ha servido para ver el estado del resto de partidos. El Partido Popular optó por adelantar elecciones conociendo muy bien lo que se vota en Castilla y León, donde gobiernan desde la dimisión del zamorano Demetrio Madrid, primer presidente de la Junta. Elegido en 1983, dimitió de su cargo en 1986, tras haber sido procesado en un caso de justicia laboral del que fue absuelto en 1989. Tras esta dimisión llevamos 35 años viendo que jamás dimite nadie, a veces ni siquiera, con sentencias firmes. La apuesta del PP por lograr la mayoría absoluta ha salido rana y tendrán que gobernar con las imposiciones de la banda de ultraderecha, con el riesgo de mayor fuga de votos en el futuro.

¿Para los más de 180 mil emigrantes qué nos queda en estas elecciones? No hubo sorpresas y me sorprende que entremos en sus programas electorales en vagas menciones a planes de retorno o uniendo la vuelta a la necesidad de repoblar la España vaciada. Sí se acuerdan de la emigración cuando necesitan unos cientos de votos para decantar una provincia, como pasó con Buenos Aires, ¿verdad Núñez Feijóo? La España vaciada podría atraer a algunos de los más de 2 millones seiscientos mil españoles en el exterior, pudiendo solucionar dos pájaros de un tiro, y por primera vez se esboza esta idea. El retorno de trabajadores ahora cualificados tras una experiencia en el exterior en el caso de retornar solo lo hacen a Madrid y Barcelona y nuestra región sigue envejeciendo, y haciendo menos atractiva toda inversión debido a esa fuga constante de mano de obra.
Castilla y León deberían tener como objetivo principal lograr un futuro sostenible aprovechando los recursos que tenemos y atrayendo a gente joven para empezar una repoblación de nuestras zonas rurales, apoyándonos en las nuevas tecnologías y la conectividad. Vivir con un plan de minimización de los problemas actuales solo retrasa un conjunto de acciones que a la larga tendrán que llevarse a cabo, o simplemente nos convertiremos en geriátrico inmenso del que nuestros jóvenes sigan escapando, pero se ha elegido continuismo, el conformarse con la nada.

Luis Miguel Fernández López. Nacido a orillas del Pisuerga en el ya lejano año de 1976, es profesor de Historia y Lengua Española en un instituto de educación secundaria en Berlín. Apasionado de las artes, las letras y la política, escribe sesudos artículos de esta última disciplina cuando tiene ocasión.
David Casarejos vive en Reino Unido. Es mitad castellano y mitad de Yorkshire. Se define como emigrante comprometido con la lucha por los derechos que pertenecen a todos los españoles de la diáspora, y que las instituciones no siempre respetan. No siente la necesidad de mostrar banderas, pero sí la de no tolerar a intolerantes. Colabora en numerosas publicaciones, como el HuffPost, Nueva Tribuna o La Región Internacional. Es presidente del Consejo de Residentes Españoles del Norte del Reino Unido. Actualmente asesora a las candidaturas de Berlín que concurren a las elecciones a CRE de la demarcación consular de Berlín que incluye Berlín, Brandenburgo, Sajonia, Sajonia-Anhalt y Turingia.