Rosa estridente rompesistema

Systemsprenger (Rompesistema – 2019), dirigida por Nora Fingscheidt: ganadora del Oso de Plata en la Berlinale, acaba de arrasar en la entrega del Deuscher Filmpreis: mejor película, dirección, guión, actriz protagónica y de reparto, actor protagónico, montaje y sonido. Hoy, y solo por hoy domingo 10, se puede ver en streaming solidario en apoyo de tu cine independiente alemán favorito. Con programa de entrevistas en vivo incluido.

Systemsprenger comienza a contarnos la historia cuando esta ya ha llegado a un límite.  37 respuestas negativas de hogares de menores, dos internaciones en psiquiatría, demasiado joven para una institución cerrada: ya no hay donde enviarla. Es que si estridente es un sonido agudo, desapasible, chirriante, y un color o una actitud estridente molestan por su violencia, su extravagancia o su exceso, entonces no hay adjetivo que exprese mejor lo que suscita Benni (Helena Zengel), de apenas 9 años, la protagonista de Systemsprenger.  Una rompesistema, como se los denomina a estos “casos” perdidos en la jerga de los trabajadores sociales del Jugendamt,  la Oficina de Protección de Menores alemana.

En una jugada arriesgada la película nos presenta al personaje de Benni sin filtro ni romantización alguna. Cuando creemos sentir un instinto protector por la niña, pues avizoramos destellos de fragilidad, bruscamente nos vuelve a sacar de quicio. Difícil la empatía. Benny, de eterna chaqueta rosa fluo, como los colores que signalizan los servicios de emergencias, es burlona, agresiva, insoportable y con su incontenible energía vuelve a salir disparada al ritmo del tictac de una bomba a punto de estallar mientras la película adquiere su mismo ritmo, su tono, su forma. El montaje apela a su misma brusquedad, la música bate y golpea como ella, se desata como ella, la cámara corre con ella en el travelling, salta brusca en breves planos hechos con cámara en mano.

Pero en medio de todo ese sobresalto, de gritos y estallidos y portazos y peleas a golpe limpio en los patios y vidrios de seguridad irrompibles -que se rompen-, calladamente se va entablando una relación, un vínculo entre Benni y Micha (Albrecht Schuch). Un entrenador antiviolencia que le envían con la sola misión de asegurarse de que vaya a la escuela. “Para retrasados”, dirá Benni que se niega a ir. Pero en Micha hay algo que lo hace también no pertenecer; en su caso no pertenecer del todo a esa numerosa ronda de maestros especiales y asistentes sociales y personal pedagógico y psiquiatras superada por las circunstancias y, en ausencia de la madre, con potestad para decidir sobre la vida y el cuerpo de Benni. Pronto veremos que no solo su dura apariencia une a Micha y Benni. De algún modo son iguales.

Systemsprenger no edulcora la historia: Benni no es Heidi ni la niña rubiecita de la publicidad. Es una Kampfzwerg, una enana guerrera, como la llama Micha, que de repente puede convertirse en una especie de Glenn Close de Atracción fatal. Nora Fingscheidt, también autora del guión, pone la chance de un futuro mejor para Benni no en ella, sino en dos figuras cuya fragilidad queda a la luz y representan la esperanza. El mismo Micha que le ofrece la posibilidad de ver algo: la posibilidad de no estar condenado, de poder cambiar. Y Frau Bafané, la estupenda Gabriela Maria Schmeide, la asistente social que lucha por ella denodadamente y muestra el fracaso del sistema. Conmovedora escena cuando Frau Bafané se derrumbe en el pasillo y sea Benni quien la consuele. Mientras todos los demás se retiren discretamente ante ese exceso de emocionalidad no bien visto en la sociedad en la que se mueven.

Es lícito preguntarse por el realismo de la trama de la película. Desde la institución señalan que en situaciones límite pueden caber propuestas no convencionales. Últimos intentos. Así es como Micha propondrá hacer la experiencia que ya ha hecho, nunca con niños – y en este caso se trata además de una niña-, pero sí con varios adolescentes violentos: tres semanas en una cabaña en el bosque. Sin electricidad, sin agua corriente, sin Internet. En medio de la naturaleza. En lugar de aturdirse, el silencio. Un silencio en el que, en la escena en la que le enseñará el eco, desde el interior de Benni solo saldrá una palabra que lo dice todo.

Lo interesante de Systemsprenger, se ha señalado, es que «el caso» no es Benni. Benni es una niña. El caso es todo lo que sucede con Benni, en torno a Benni, por Benni. La película nos presenta toda la compleja estructura de un sistema de asistencia social en un rico Estado de bienestar (seguramente no existente en muchos otros países del mundo) constituido por hogares de guarda, familias acogentes, clínicas de psiquiatría infantil que en casos extremos sustituye a la familia haciéndose cargo del menor  y lo saca de la órbita de la familia, sin precisamente ocuparse de esta. Madre (Lisa Hagmeister) e hija quedan en órbitas diferentes del sistema social – el de la minoridad y el de los desocupados-, órbitas que no se tocan.  Complejos procedimientos, abundantes medios a disposición no logran reconstruir ese puente entre una madre limitada y desvalida y una hija, una niña, que lo único que anhela en el mundo es volver a estar con ella. Que solo solo quiere volver a casa.

En una jugada arriesgada, decíamos, la película Systemsprenger nos presenta al personaje de Benni sin filtro ni romantización alguna. Difícil la empatía. Y sin embargo nunca más adecuada la elección de la canción que acompaña los créditos:  Ain’t Got No, I Got Life interpretado por la impresionante Nina Simone. Allí está la clave de Benni. Y nos emociona.

(…)
No tengo casa, no tengo zapatos
No tengo dinero, no tengo clase
No tengo faldas, no tengo suéteres
No tengo perfume, no tengo amor
No tengo fe
 
No tengo cultura
No tengo madre
 (…)
¿Qué tengo?
Que nadie me puede quitar.
 
Tengo mi pelo, tengo mi cabeza
Tengo mi cerebro, tengo mis oídos
Tengo mis ojos, tengo mi nariz
Tengo mi boca
Me tengo a mí.
(…)
Tengo vida
Tengo mi libertad
Tengo vida.

Es cierto que la película ya se puede ver en diversas plataformas de streaming. Pero hoy domingo 10 de mayo, desde las 00.01 hora alemana tiene lugar el Kinotag Systemsprenger. Sacando la entrada en la plataforma CVOD (cliquear aquí) se puede ver la película con subtítulos en inglés y, de 16:00 a 20:00 (siempre hora alemana), un programa de entrevistas en vivo con los premiados. El cine alemán independiente de tu elección recibe lo mismo que recaudaría en una proyección en sala.

Foto de portada ©Artwork Pauline Branke, Foto Philip Leutert – Otras fotos: ©Yunus Roy Imer/Port au Prince Pictures

claudia baricco

(isa.kar.wai) - Un cine real o virtual es el living de mi casa. Los libros son mi otro hemisferio. En un mundo donde todo es político. Latitud: B y B – Buenos Aires-Berlín, dos ciudades de contrastes.

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