Si algo hay en toda ciudad son babosos. Por la calle, en el metro, en el supermercado… pero en una ciudad como Berlín, donde uno entra en contacto con la gente en muchas más ocasiones (busco piso, vendo bici, necesito traductor, acabo de llegar a la ciudad y no tengo amigos…), se multiplica la probabilidad de encontrar un espécimen de esta clase.
Se trata de esos hombres que piensan que cuando das tu contacto para vender una bici lo que en realidad buscas es el amor de tu vida (o, en su defecto, un organismo unicelular que solo sabe decir «eres mui guapa jeje»). Hoy ilustramos a este personaje para todas las que os hayáis topado con uno.