Lily Dahab, una voz argentina en Berlín

La cantante lleva en Berlín desde 2007. Antes de eso, vivió en Madrid. Junto con el compositor, arreglador y pianista alemán Bene Aperdannier crearon su proyecto artístico World Jazz Music. Ha grabado ya tres álbumes, y ha recibido numerosos premios y menciones. La Deutsche Welle le dedicó un especial de cuarenta y cinco minutos. No para de dar conciertos. Tiene una voz de gran personalidad, por momentos hay resonancias de Mercedes Sosa, no sé si ella lo reconocería, pero es de otro color su voz. Quizá por sus ancestros: me pregunto si cantado canciones sefardíes de la Esmirna de sus antepasados podría identificarme mejor sus orígenes remotos. Quizá algún día la podamos oír cantando en ladino. Mientras tanto, sus arreglos tienen un fuerte carácter jazzístico, y la podremos oír esta misma semana cantando en Berlín.

Hemos hablado brevemente con Lily Dahab y esto nos ha contado. Esperamos poder profundizar algún día en todos estos temas.

¿Puedes presentarte como artista? ¿De dónde viene tu nombre? ¿Cómo describes la música que haces?

Soy cantante y compositora Argentina.

Mi musica son mis raíces y las influencias de los estilos de los que me he nutrido ayer y hoy. Siempre me es difícil etiquetar o encajonar la musica, pero las palabras que definen mi musica son World latinamerican jazz music.

La musica es un lenguaje y yo intento sentirla. Elijo expresarme con la música que me dispara una emoción y me ayuda a conectar con el oyente, ya sea desde el folclore latinoamericano, el jazz, o un tema flamenco. Claro, pro ¿qué tiene que ver el flamenco?, ¿no?

Dahab es el apellido de mis abuelos paternos, que llegaron a Argentina en barco, inmigrantes de Alepo. Mi abuelo materno era de Esmirna, en la actual Turquía, pero sus padres habían emigrado desde España y estas culturas las he mamado desde muy niña, cantando en diferentes idiomas, escuchando músicas árabes, sobre todo ritmos percusivos. Esa cultura, sus perfumes, sus comidas, sus especias, y por supuesto el sonido argentino y de los países hermanos de habla hispana, todo eso se oye en nuestra música.

Por otro lado, nuestra música no es solo argentina, tenemos en nuestro repertorio temas de Uruguay, Chile, Peru, Brasil, Mexico..en el marco del jazz, su fraseo y armonías. El jazz está en estilos que jamas imaginamos, por eso la gente a veces se confunde con el termino World jazz pensando que el jazz es swing: el tango tiene un fraseo muy difícil de transcribir, tanto como el fraseo de Frank Sinatra, por ejemplo.

©Mori Herrero

Desde tu primer álbum de 2010, ¿cómo ha evolucionado la música que haces?

De “Nómade” a hoy, la vida me ha enseñado varias lecciones. 

La música evoluciona con las vivencias personales, la interacción con los músicos y el publico. Con el primer álbum estaba recién llegada a Alemania, venía de vivir 10 años en Madrid, diría que el primer álbum fue más extrovertido. El segundo lo grabamos después de yo vivir 6 años en Berlín y eso tuvo un impacto muy grande en ese disco, la oscuridad de Berlin, el frio, el choque cultural, y resultó en un disco de más introspección, con más composiciones nuestras. 

La evolución ha sido interna: ser fiel a uno como artista, quizá descartando y eligiendo lo que sí me identifica y me une a donde vengo, y de donde vienen mis ancestros, y así transmutar esa nostalgia, o esa necesidad de conexión con y a través la música.

¿Por qué el siguiente disco se llama «Huellas»? ¿Cuáles son tus referentes culturales, y en especial musicales, en ese disco? El siguiente, «Bajo un mismo cielo», parece más experimental, es como si indagaras en otras raíces, ¿coincides en esto?

Se llama Huellas principalmente porque es una de nuestras composiciones junto a Claudia Brant y a Bene Aperdannier. Huellas, es una canción compuesta a partir de la película Oranges & sunshine, que trata sobre el escándalo de deportación de niños a Australia y Canadá por el gobierno ingles a mitad del siglo XIX.

©Mori Herrero

“Huellas” y “Plegaria para un niño dormido”, de Spinetta, tienen en común el tema de la niñez, en este caso la niñez que se encuentra con una cruel realidad muy tempranamente. Huellas que marcan, a veces nuestro destino. Huellas, porque cada tema me conecta a mi genética y a mi historia, desde un tema prohibido durante la dictadura militar como La cigarra de Maria Elena Walsh, quien marcó la infancia de mi generación y los compositores del Rock Nacional, que acompañaron mi adolescencia como Fito Páez y Spinetta, músicos muy comprometidos en cuanto al texto y la consciencia social. 

Los tangos de Piazzolla son el hilo invisible que sostiene esa conexión con Buenos Aires y la nostalgia de vivir lejos; yo soy porteña, el sonido de Piazzolla me transporta a la urbe, a ese sonido rioplatense. También están los temas del nuevo Folclore y el tradicional, sonidos nuevos donde se mezclan las armonías del jazz con los ritmos del litoral argentino como Peces de Luz de Carlos Aguirre, compositor extraordinario.

En este disco también hay 3 composiciones propias. En cuanto al sonido técnico es mas minimalista pero artísticamente es muy diverso. 

“Bajo un mismo cielo”, introduce el uso de la voz como instrumento sin la palabra, que fue algo nuevo para mí, porque me fascinan los buenos textos y las canciones bien escritas. Pero en un momento, me sorprendieron esos sonidos, y usar los colores de la voz sin texto. Sobre todo en temas muy diferentes como un tema flamenco de Vicente Amigo, o un tema del uruguayo Hugo Fatorusso, o un tema propio como “Bajo un mismo cielo”, sí puede ser un poco mas experimental si se toma este elemento nuevo en este álbum.

En el primer álbum ya había hecho un tema versionado al flamenco, no soy cantante de flamenco pero viví en España casi una década y en mi casa se escuchaba mucho flamenco. Ya desde chica me quedaba dormida escuchado a Paco de Lucia en el Walkman, así que de alguna manera esa influencia vuelve a estar en este disco.

©Steff Aperdannier

Vuelve a estar la música folclórica o latinoamericana de los países hermanos, como Chile con “Gracias a la vida” de la maravillosa Violeta Parra, o Brasil, con Vinícius de Moraes… Es que yo siento Latinoamérica muy propia, y la inmigración en Argentina nos ha enseñado desde muy chicos a vivir con la diversidad, y de eso hablo en el tercer álbum, la riqueza de la diversidad, hablo de la igualdad, de un mundo de respeto sin fronteras, sin religiones, sin pobreza, donde la tolerancia y la humanidad sean un ejercicio cotidiano que nos enriquezca. 

Y donde la musica nos ayude a lograr eso, la unidad y la paz.

Me gustaría añadir algo importante para mí sobre estos discos. El proyecto para grabar «Huellas» fue seleccionado por la  Initiative Musik, un programa que ofrece el  Parlamento alemán para apoyar económicamente proyectos de musica, y para “Bajo un mismo cielo” también fue apoyado y en parte financiado por el departamento cultural la ciudad de Hamburgo por medio de nuestro sello discográfico Herzog Records.

También hemos recibido un gran apoyo de difusión en todos estos años. Importantes radios nacionales de Alemania como MDR, WDR, RBB, han elegido nuestros conciertos para ser grabados y emitidos. Igualmente en la televisión nacional: WDR, RBB, ZDF.

La música que has hecho, las has hecho fundamentalmente en Alemania, ¿qué relaciones estableces con la música y en general la cultura alemanas? ¿Con qué músicos colaboras? ¿Qué músicos alemanes te sirven de referencia? ¿Cómo seleccionas los músicos con los que tocas? Se diría que hay un protagonismo del piano.

©Peter Adamik

Mi marido es alemán, Bene Aperdannier, mi compañero de vida y musical. Venimos de mundos muy diferentes pero escuchamos jazz desde muy jóvenes. Cuando yo estudiaba música en la universidad estaba rodeada de músicos de jazz y nos pasábamos los cassettes con música nueva, y Bene escuchaba esa misma música al otro lado del mundo. Y sí, podemos escuchar un protagonismo en el piano quizá, pero hay también solos de guitarra, de bajo, de trompeta. En los discos tenemos músicos invitados, percusionistas kurdos o un músico turco tocando el ud. Percusionistas argentinos y brasileños, guitarristas argentinos, brasileños o de Alemania. Bandoneonistas argentinos, un contrabajista alemán o un bajista colombiano, bateristas alemanes… Si pudiéramos, ¡nos llevaríamos de gira a todos estos músicos!

Podría decir que tengo más relación con el publico alemán que con la música alemana. Bene tiene una formación clásica también, y cuando nos sentamos a arreglar los temas, esa influencia se escucha en sus arreglos. 

En Alemania hay también muchos músicos sudamericanos. ¿Estás en contacto con ellos? ¿Crees que hay un entorno musical vinculado a bagaje musical sudamericano en Alemania en general, y en especial en Berlín? Estoy pensando especialmente en Hugo Fernández porque hace jazz, pero podemos nombrar a muchos otros.

Hay muchos músicos latinoamericanos, pero Berlín es muy itinerante, va y viene mucha gente. Lamentablemente en los últimos años con la pandemia no he podido ir a ver tanta música como solía hacer antes, también por medio de la embajada conocí a otros músicos o artistas, y he colaborado como invitada en grabaciones para discos de músicos argentinos sobre todo que viven aquí en Berlín.

En un principio comenzamos en Cuarteto con Bene, Andreas Henze (contrabajo) y Topo Gioia (percusión). No pensamos en nacionalidades, sí queríamos que fueran músicos alemanes y Bene conocía a Topo, argentino de Rosario, para mí era importante que hubiera alguien que conociera el origen de la música, pero, por otro lado, que también hubiera músicos que no tuvieran ese sonido instalado y pudieran tocar los temas desde otra influencia. Luego incorporamos a Jo Gehlmann en la guitarra y en el tercer CD teníamos arreglos para bajo eléctrico, por eso invitamos a Camilo Villa Robles a tocar con nosotros. En general no hemos hecho cambios en 15 años pero sí hemos tocado con diferentes músicos invitados. Desde hace unos meses se unió a nuestra banda el percusionista Alfonso Garrido, y tocar con otros músicos siempre le da un nuevo espíritu a la música. El compositor y guitarrista Quique Sinesi es un pilar muy importante en nuestros CDs, y cuando está en Berlin siempre aprovechamos la oportunidad para hacer música juntos. Todos son músicos muy talentosos y para mí es un honor compartir no solo la musica, sino todos estos años juntos.

En la presentación de «Bajo un mismo cielo» reconoces la influencia de Berlín en el disco. ¿En qué sentido influye? ¿Crees que el ambiente musical en Berlín, bastante protegido y fomentado desde las instituciones y desde los locales donde se puede tocar, garantiza una calidad musical? ¿Cómo te ayuda en tu trabajo?

Nosotros hacemos mucha gira por toda Alemania. En Alemania hay varios festivales de jazz y clubes de larga trayectoria. A-trane en Berlin es un club de jazz muy especial, es muy intimo, el silencio y el respeto por la musica es la condición numero uno.

La pandemia ha sido muy difícil para todo el sector cultural y de entretenimiento, promotores, bookers, dueños de clubs, han tenido que adaptarse e invertir mucho en poder seguir abriendo sus puertas. La música en vivo es mágica. El streaming de un concierto para mí, a menos que esté filmado con varias cámaras y tenga un sonido de disco, no tiene nada que ver con un concierto en vivo. Yo soy más del vivo que de estudio, a mí me gusta sentir el público, verles los ojos, saludarlos cuando vendemos los CDs al final del concierto… Eso es inigualable, ¡esa energía la necesitamos los artistas!

Desde este lugar prefiero apoyar la música en vivo que el streaming.

¿Cómo es la recepción de tu trabajo entre el público? ¿Ves una diferencia entre el público que podríamos llamar «latino», y el público alemán?

Definitivamente, ¡cómo me ha costado al principio el publico alemán! En mi primer concierto pensé, “¿están aburriéndose?” No volaba una mosca. El aplauso es diferente, quizá más tímido durante el concierto pero resulta que al final se ponen de pie y no paran de aplaudir. El público latino es diferente: diferente, ni mejor ni peor. Podría decir que el público alemán es más comunicativo desde otro lugar. Es un público atento, un público respetuoso, y conoce la música que vienen a escuchar, al menos esa es mi experiencia. Y hasta se acercan y te dicen unas cosas tan profundas, tan sentidas, y me escriben emails, o en las redes: es un público muy leal, y nosotros hemos tenido mucho apoyo del público a lo largo de todos estos años: ¡15, ya!

Claro, el carnaval de Colonia habrá otro tipo de público…

El futuro…

El pasado 12 de Marzo, cumplimos un sueño: tocar nuestra música en la Filarmónica de Berlin con Orquesta. Estuvimos trabajando meses para este concierto, hicimos los arreglos junto a Juan Esteban Cuacci y hemos hecho un tributo por el Centenario de Astor Piazzolla junto al violinista Oscar Bohorquez y al bandoneón Christian Gerber. Trabajamos en la dramaturgia con la actriz alemana Petra Zieser y en las luces con Mathias Fischer Dieskau. Ha sido un concierto único para nosotros, fue idea del productor Bogdan Sikora quien nos vio en A-trane y tuvo la visión de hacer un concierto con nuestra musica y orquesta. En octubre del 2023 tenemos programado otro nuevo concierto allí, ya estamos trabajando en el concepto y los arreglos.


En los próximos conciertos del 2 y 3 de diciembre estarán tocando (para los que no alcancen ahora, en abril volverán a tocar en A-trane, Berlín):

  • Lily Dahab 
  • Bene Aperdannier
  • Jo Gelhman
  • Juan Camilo Villa Robles
  • Alfonso Garrido
  • invitado especial: Quique Sinesi

Instagram: @lilydahab

Sellos discográficos:

  • nómade (Peregrina Records)
  • Huellas y Bajo un mismo cielo (Herzog Records) 

© De las fotos: Fotos 1 y 2,  ©Mori Herrero; foto 3, ©Steff Aperdannier; foto 4, ©Peter Adamik.


Revista Desbandada

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