Precariedad en las embajadas españolas

En los últimos días se han sucedido diversas concentraciones en torno a la Embajada de España en Berlín. En las pancartas se pueden leer consignas reclamando subidas salariales y negociación colectiva. ¿Pero no son estos los diplomáticos de España?


Más de 10.000 trabajadores del sector público español a lo largo de diferentes instituciones y territorios aceptaron la condición de “personal laboral” en el pasado, algo que sigue lastrando su presente y su futuro.

Se trata de trabajadores y trabajadoras que prestan diversos servicios a la ciudadanía española, desde la promoción cultural en el Instituto Cervantes hasta la expedición de visados en los consulados. Trabajadores que, desde la promulgación por el Gobierno del Real Decreto-ley 20/2012, de 13 de julio, han visto como todos sus derechos quedaban congelados. Este Real Decreto-ley afirma que “El establecimiento de unidades electorales que afecten al personal laboral en el exterior, se regulará por el Estado”. Lo cual, unido a la falta de órganos de representación para el colectivo de personal laboral, elimina toda posibilidad de negociación: “estamos a expensas de la disposición del Estado a negociar cualquier cosa” afirma Miguel Montero, representante sindical de CC.OO. en Berlín.

Esta congelación ha afectado a todo el personal laboral de la Administración Española, pero aún más si cabe a los que ejercen sus funciones en el exterior, debido a que sus contratos están sometidos a la legislación de cada Estado en el que se encuentran. El caso más llamativo es el de Argentina, en el que la inflación acumulada desde la entrada en vigor de la norma unilateral alcanza el 178%. Pero la mayoría de países ha sufrido los efectos del aumento de precios; incluida Alemania, con una cifra en torno al 13%.

Una solución puede pasar por la creación de comités flexibles al estilo alemán (Betriebsrat) en cada uno de los países, de modo que se pueda mantener la individualidad y establecer al mismo tiempo una confederación entre ellos que aúne las pretensiones de los mismos. “Nunca en la historia habíamos estado tan cerca de lograr un órgano que pueda dialogar” reconoce Damián Peña, representante de UGT en Berlín.

El ejemplo de Berlín

Según cifras oficiales, desde el inicio de la crisis hasta 2016 ha aumentado en un 56,6% el número de españoles residentes en el extranjero. Se calcula que se ha doblado el número de españoles que acude a la capital alemana.

La carga de trabajo de los organismos exteriores se ha multiplicado y a la vez, los recortes han llevado a que disminuya el personal. Esta realidad se ha ignorado constantemente promoviendo la precariedad, pero no debemos olvidar que las funciones de estas personas son y han sido esenciales para amortiguar el drama de la desbandada que tuvo lugar desde el año 2009.

Actualmente los representantes sindicales están tratando de lograr el apoyo y asesoramiento del sindicato VERDI, que les ayude a implementar sus propuestas para todo el personal laboral exterior en Alemania. Existen prácticas que se arrastran desde los tiempos de la RDA, hasta el punto de la existencia de contratos verbales en el trabajo para la Administración Pública. “Perseguimos en definitiva una normalización laboral, que deje atrás la improvisación y cree un contexto de seguridad jurídica” afirman ambos sindicatos.

Revista Desbandada