Todas las ciudades tienen sus propias leyendas. Épocas llenas de mitos que sus habitantes evocan décadas después con nostalgia. El Berlín de finales de los setenta y comienzos de los ochenta es una fuente inagotable de estas fábulas. Es la ciudad de las casas ocupadas, de Christiane F., de la vivienda barata con calefacción de carbón, de vecinos ilustres como Iggy Pop, Nick Cave o David Bowie; y es también un tiempo de ansias de ruptura con la hipocresía, de fiesta, de drogas y de libertad.
Arrastrada por la frescura contracultural que irradiaban los comienzos del punk y el new wave surgió Ilse Ruppert, para dejarnos uno de los mejores archivos fotográficos de esa época. Según ella misma, la energía de aquel momento hacía que todo pareciese posible. Algo que un alma rebelde y autodidacta como la suya no podía desaprovechar.
En una ciudad en la que la cultura era un bien de primera necesidad y en la que los dos grandes bloques políticos enfrentaban sus escaparates artísticos, no faltaban conciertos, salas, bares y eventos a los que acudían los espíritus inconformistas que aparecen en sus fotografías.
En sus primeros años consiguió hacerse un hueco en un mundo dominado por hombres y llegó a realizar reportajes para grandes publicaciones como Die Zeit, Stern y Konkret. Una de sus crónicas más destacadas de esta época fue la que mostraba los movimientos punks de Berlín este – oficialmente inexistentes para el gobierno de la RDA – y que llevó a que, después de su publicación en todo el mundo, la policía secreta visitara a algunas de las personas que aparecían en las imágenes.
En todas sus entrevistas Ilse Ruppert afirma que su gran inspiración ha sido siempre la música. Este interés, junto a su descaro natural para acercarse a las grandes estrellas y ganarse su confianza, han dejado una impresionante serie de fotografías de artistas, que hoy en día forman parte del Olimpo musical. En ellas vemos a estas leyendas sin filtros, descarnadas. Según ella misma, para conseguir esto había que apuntar el objetivo muy pronto: antes de que el personaje público domine a la persona y la pose arrincone a la naturalidad.
«Ilse Ruppert forma parte de esos artistas que retratan la realidad y la transforma en arte. Pocos fotógrafos tienen el talento para expresar la esencia de los espectáculos en directo. Sus imágenes tienen la belleza de los sueños y la crueldad de las pesadillas» Hans Peter Cloos, Paris 1998.
Agradecemos la cesión de las imágenes por parte de la artista.Todas las fotografías son propiedad de © Ilse Ruppert y pueden verse en Photographic Mercadillo.