Las alas del deseo

DER HIMMEL ÜBER BERLIN, un film de Wim Wenders

Una reinterpretación en imágenes y texto. Ilustraciones: Hamed Hamed Benaisa (HHB) Texto: Ariel Lo Manno

Cuando el niño niño era,

podía inventar nombres

para nombrar los colores

y se maravillaba

de cada ave en el cielo.

Cuando las líneas sobre un papel

no solo eran líneas sino colores,

y en cada trazo

una realidad nueva creaba.

La taza, el cuaderno, el lápiz, el sol…

¿Cuántas veces alzamos la mirada al cielo

ahora que somos grandes?

Cuando el ayer, el mañana no nos digan nada…

¿Quién decidió la dirección del tiempo?

Qué rico se siente este calorcito…

¡y afuera hace tanto frío!

Jugar en el patio.

¿Pero con quién?

Ese perrito se parece a Paul.

Si solo me pudiese hacer esa pregunta,

nuevamente serio.

¿Cuándo empezó el tiempo?

¿Dónde termina el espacio?

¿Allá es allá o es acá?

¡Tan brillantes los colores!

Como yo los veo, ¿los verán los demás?

Hay aves que nadan…

¡y peces que vuelan!

¿Por qué estoy aquí y no allí?

Londres, Buenos Aires, Tokio, Berlín…

Una hoja, un árbol, una rama.

Una astilla se clavó en mi dedo.

Quiero alcanzarla y no puedo.

¿Quién le dice que aquí estoy?

Estoy cerca y sin embargo la distancia es infinita.

Un árbol, una casa, mi mano

sostiene algo

que no sé qué es,

¿cómo se llama?

Eso que deseo y no espero que suceda.

Y ahí estoy otra vez, no puedo evitar

volver a verla.

Desear con locura, ¿»locura»?

¿Qué es eso?

En mi pecho se acumula

algo que no sé cómo nombrarlo.

Pesa, me hace sentir vivo.

Solo quiero estar a su lado.

¿Quién les puso a las cosas un nombre?

¿Y quién fronteras a los países?

Cuando todo era

y nada tenía nombre,

tampoco había fronteras.

¿Por qué yo soy YO?

¿Por qué no TÚ?

¿No es la vida bajo el sol

simplemente un sueño?

Veo, escucho, huelo

y no sé su nombre.

¿Cómo se nombra lo que siento?

Lo que veo, escucho, huelo…

¿No es simplemente el reflejo

de un mundo antes de un mundo?

Hace unos cinco mil años los primeros protogriegos

cruzaban el Mar Egeo…

Recientemente lo han hecho también los refugiados

de África, de Oriente Medio.

Parece todo tan irreal…

No, mi móvil es real.

La peli que veo por Netflix

es real.

Finalmente suponer,

en vez de saber.

«¡Auch!» Y «¡ah!» Y «duele»

poder decir

en vez de «sí» y «amén».

Ser un salvaje

y liberar todos los demonios.

Los ríos se secan,

los bosques se secan,

los campos se secan,

los océanos no,

ellos solo agonizan.

Ellos tenían un plan.

Eliminar en silencio,

de a poquito, mucho;

el hambre lo haría todo.

Y entonces podrían desfilar felices

en caravanas de oro.

Y ahí estoy,

buscándola otra vez.

Sus ojos,

que no puedo dejar de ver.

¿Este trip es realmente mío?

¿O es de alguien que se coló en mis sueños?

¿Lo que estoy haciendo en este momento?

Miro hacia adelante

y me dejo llevar por el espacio.

Ya no fumo

y quiero dejar el café.

Tal vez cuando te encuentre.

Cuando el niño niño era,

hasta las piedras también le hablaban.


Hamed Hamed Benaisa

Hamed Hamed Benaisa es oriundo de la ciudad autónoma de Melilla, España. Es ilustrador, fotógrafo y creador de videos. Dibuja de día y madrugada y trabaja de noche en Düsseldorf, Alemania. «Ningún dibujo tiene más fuerza que un boceto», dice. Es autor de HHB Minimundos.

Ariel Lo Manno

Ariel Lo Manno: «Si pudiera repetir la experiencia de vivir, ¿qué cambiaría? Nada, pero seguramente sería otra historia. Aunque la escritura haya sido mi primer expresión creativa fueron las artes visuales las que me trajeron a Berlín, ciudad que terminé adoptando como mi Heimat

Revista Desbandada

2 comentarios sobre “Las alas del deseo

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